Em permeto la llicència de transcriure integrament el fabulòs artícle de Tariq Gómez-Kemp, aparegut a la revista LaDinamo en el seu número de Agost-Octubre de 2009. Em sembla prou interessant.
"El blues de la frontera"
Tariq Gómez-Kemp
"En los últimos dos años se ha disparado el número de músicos rechazados en los aeropuertos europeos. España no ha sido una excepción. En este reportaje recogemos las impresiones de artistas, así como los esfuerzos de los promotores por modificar la restrictiva y caótica legislación de la Comunidad Europea (casi todos los afectados, sorpresa, proceden de países pobres). ¿Conclusión tras escucharles? El discurso oficial de tolerancia, fomento de la diversidad y alianza de civilizaciones no parece aplicarse a las prácticas diarias de embajadas y aeropuertos.
El cuarteto de jazz experimental Sâo Paulo Underground vino de gira a España en junio de 2008 y se encontró con una sorpresa. Así lo explicaba en su blog el promotor de los conciertos: "Dos de los miembros brasileños del grupo llevan ya cinco horas retenidos en la comisaría de Barajas. Entre otros requisitos, me comunican que tienen que traer 600 euros cada uno. Yo jamás he llevado esa cantidad cuando he ido de viaje, pero parece que si eres brasileño y quieres visitar España es una condición importante. Cuando he pedido hablar con ellos, el agente me ha dicho, literalmente, 'tengo muchos brasileños aquí', y luego me ha informado de que les espera una entrevista a las siete de la tarde. Supongo que tendrán que convencer a algún funcionario de que no han venido a quitarnos el trabajo ni ofender a nuestras mujeres".
El desenlace era previsible: "Los expulsan. Según el abogado, no han servido de nada las pruebas de que tienen dónde alojarse en todo momento ni de que les esperan en seis ciudades para actuar, ni de que varios ciudadanos españoles nos responsabilizamos de su estancia. El jefe del destacamento policial del control de fronteras de la T1 ha decidido unilateralmente que no merecen quedarse en España hasta más tarde de la medianoche. No sabemos quién es porque ni siquiera ha querido recibir al abogado, que tenía que comunicarse con él a través de un agente", añade en su bitácora el frustrado promotor.
Un año después del incidente, hablamos con Rob Mazurek, el estadounidense del grupo al que sí dejaron pasar a España: "Resulta difícil saber cuánto dinero perdimos. Como mínimo tres mil euros de los dos billetes de avión tirados a la basura. Decisiones como esta confirman que los gobiernos europeos tienen una forma binaria de pensar donde los viajeros que llegan del llamado Tercer Mundo son tratados directamente como criminales. Al final hicimos la gira en formato reducido, lo cual fue duro, porque exige reinventarse sobre la marcha. La experiencia resultó muy intensa, pero nos lo pensaremos antes de volver a España y pasar otra vez por esto".
No estamos ante un caso aislado. En mayo de 2008, el jamaicano Sizzla, rey del dancehall actual, fue retenido varias horas en Barajas y se le denegó la entrada en el país, forzándole a cancelar sus conciertos en Madrid y Barcelona. "Han pasado catorce meses y aún no sé a ciencia cierta cuál fue el problema", explica Unai Fresnedo, responsable de aquella gira. "Sólo tenemos claro que le retiraron el visado Schengen desde Alemania y que no fue un control rutinario, sino que la policía le estaba esperando. Lo extraño es que el Ministerio del Interior nos dice ahora que tiene todos los papeles en regla hasta 2010". Aquella decisión cuyo motivo desconoce le costó unos 15.000 euros, pero ya se prepara una nueva gira del mismo artista para finales de octubre y principios de noviembre. "Estamos hablando con su manager en Inglaterra y nuestro abogado para que esta vez pueda tocar".
Otro caso sonado: los congoleños Konono Nº1, que fabrican sus instrumentos a partir de chatarra, fueron obligados a suspender su larga gira europea de verano 2008, un total de 23 conciertos. Los problemas comenzaron en enero. Como tenían el pasaporte caducado, los músicos solicitaron su renovación. Primer obstáculo: en la República Democrática del Congo no quedaban pasaportes vírgenes. Se pidieron y llegaron, pero fueron finalmente devueltos al fabricante por defectuosos. Al ver que el tiempo se les echaba encima, el grupo solicita al Ministro de Exteriores pasaportes provisionales con carácter extraordinario. Ya era demasiado tarde para obtener un documento británico antes del 23 de mayo, fecha de su primer concierto, pero los diplomáticos ingleses prometen expedirles un visado desde París en una mañana.
A partir de ahí comienza un auténtico barullo de papeleo estéril y jurisdicciones superpuestas. El diario Liberatión explicó el proceso con detalle en un artículo que vale la pena buscar en la red ("Zéro visa pour Konono N°1", 5 de junio de 2008). Michel Winter, representante del grupo, resume diciendo que "el problema es que los cuerpos diplomáticos británicos, franceses, belgas y suecos fueron incapaces de ponerse de acuerdo con los trámites necesarios". Konono son una formación numerosa (diez personas viajando) y con esta decisión perdieron muchos billetes de avión pagados, lo que les puso al borde de la bancarrota. Llegó a tal extremo que el líder del grupo, el septuagenario Mawangu Mingiedi, tuvo que llamar a su mánager franco-belga para pedir que le enviara un giro de veinte dólares a Kinshasa.
En 2009 Konono consiguieron retomar la gira europea, pero los promotores del viejo continente siguen denunciando caos y la arbitrariedad en los procesos de entrada. Además de estos músicos consolidados, constantemente se producen rechazos sin apenas eco en los medios. Por casualidad nos enteramos de la devolución en 2009 del argentino Emiliano Gómez, un músico primerizo que se hace llamar El Hijo de la Cumbia. El pasado 27 de mayo le denegaron acceso en el aeropuerto. Así lo recuerda: "Por lo visto hay que tener una firma de la policía española en la carta de invitación o bien reservas de hoteles pagadas al cien por cien. Nadie me había informado y no me parecen requisitos razonables. En el tiempo en el que estuve retenido comprobé que paraban a muchos latinos y africanos". Los promotores admiten que algunos artistas no son diligentes con los trámites para viajar, pero también señalan que las leyes no son claras ("las embajadas ponen una lista de documentos que pueden ser requeridos, sin especificar cuáles son obligatorios y cuáles no"). En todo caso, los posibles despistes de los músicos suelen ser cubiertos por la empresa que les representa, que cumple los trámites con exquisito cuidado ya que les va el dinero en ello.
Se ha producido también algún caso vergonzoso, como el Papa Wemba, estrella de la rumba congolesa arrestado en París en 2003 por usar sus giras como tapadera en una lucrativa red de tráfico ilegal de personas. Hacía pasar a migrantes por miembros de su extensa banda de acompañamiento. Cobraban 3.500 euros por colar a cada persona en Europa. En el juicio fue encontrado culpable y pasó tres meses y medio en la cárcel. En todo caso, estamos ante la excepción que confirma la regla, como se puede ver en los ejemplos del despiece adjunto ("Delirio en el consulado").
Gran Bretaña presume de ser una sociedad abierta y multicultural, pero tampoco se libran del cerrojazo. El pasado 14 de julio el novelista Cory Doctorow contaba esto en el blog Boing Boing: "La reglas de inmigración británicas son ya oficialmente una vergüenza nacional. A la cantante canadiense Allison Crowe le tomaron las huellas, la retuvieron seis horas y fue deportada por un simple detalle burocrático". Bajo la nueva ley británica, para que un artista extranjero de un país que requiere visado pueda actuar legalmente hace falta que la sala donde se celebra el concierto compre un "certificado de esposorización" que puede costar cientos de libras" (Crowe). No es la única. "La lista de rechazados (continúa Doctorow) incluye a la poeta Dorothea Rosa Herliany (Indonesia) y una delegación marroquí que incluía dos poetas y al director del departamento de publicaciones del ministerio de cultura de ese país". Los cuatro estaban invitados al festival de poesía de Ledbury en julio de 2009.
A ellos les queda el consuelo de que la sociedad inglesa ha sido más beligerante que la española. Destaca la creación de una web (www.manifestoclub.com/visitingartists) que busca reunir 10.000 firmas contra la hiperrregulación migratoria. Muestran un rechazo frontal al documento de 158 páginas del Ministerio de Interior británico que obliga a todos los artistas a mostrar que disponen de ochocientas libras ahorradas desde tres meses antes de la visita. El promotor está obligado a guardar en todo momento copias de los pasaportes y datos biométricos, así como informar al instante a la policía si el artista no llega a su hora a los ensayos o los espectáculos.
Entre las cancelaciones recientes mencionan al pianista Grigory Sokolov o el desmembramiento de una compañía de ballet en Swansea al no poder obtener visados para sus miembros extranjeros. Por supuesto, si esto es lo que tiene que pasar un artista de primer nivel, podemos imaginarnos los problemas de uno que comienza. El manifiesto lamenta también medidas restrictivas y de control contra estudiantes, profesores y conferenciantes extranjeros."
2 comentaris:
Para que luego repitan aquello de que la música no tiene fronteras. La hipocresía además saber volar (como un buitre), también sabe dónde tiene que cagar.
Buena foto y buen post socio.
Gracias socio.
Realmente es nauseabundo todo lo que sucede alrededor intereses que van más allá de la sensibilidad, el arte y el humanismo en general...lo malo es que ya no sorprende.
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