18 de desembre 2008

GANA

És habitual, ara que ve el Nadal, recordar els pobres que passen gana, com si en tot l'any no haguessin estat passant-la, com si no haguessin existit. Bé, potser hi ha un dia internacional de la gana on totes les televisions es fan ressò...

(Goya - Mendigo ciego con un perro)

La gana, la lacra que sembla no podrem vencer... i a mi em ve al cap un llibre: "Sult" de l'escriptor noruec Knut Hamsun, traduït aquí com "Hambre".
En aquest llibre, datat de l'ant 1890, Hamsun retrata el que és passar gana, però ho fa en un entorn encara més terrible: una ciutat benestant, on el protagonista ha de veure i viure envoltat de luxe i despreci per la seva pròpia miseria.
Ja fa temps que vaig llegir el llibre (en una edició de Ediciones de la Torre, amb traducció de Kirsti Baggethun i Asunción Lorenzo, desconec si n'hi han més) però el recomano fermament, doncs crec que el que retrata Hamsun es totalment vigent i colpidor.

"Fue en aquella época cuando yo vagaba pasando hambre por Christiania, esa extraña ciudad que nadie abandona hasta quedar marcado por ella..."

Ara, seguirem mirant anuncis i comprant pels sopars que venen...

10 comentaris:

Anònim ha dit...

Bé la reflexió, però ara em ve al cap totes aquelles vegades que m'he sentit fatal perquè menjo cada dia, puc pagar-me una vivenda amb calefacció i de tant en tant em permeto algún concert o comprar algún llibre...sincerament, aquestes reflexions m'han destroçat prou i crec que he arribat a la conclusió que només em trobaría millor anant-me a qualsevol país ón s'està passant gana i viure amb la mateixa misèria que es veuen obligat els seus pobladors, l'altra opció (i és la que va guanyant de moment) bé seguir sent tant cobard com per quedar-me aquí i llegir com si res articles com aquest...Segur que no m'he explicat.
A banda d'això segur que el llibre és un genial exercici literari a més d'una gran crònica, d'això no hi dubto.

Anònim ha dit...

Sé que el meu comentari anterior no és del tot adequat a la casuística concreta del llibre, però quan parlem d'injustícies socials, marginacions, etc, per a mí tot és extrapolable i té una única explicació

Sergi ha dit...

No és pot viure la mateixa miseria simplement perquè tú saps que tens un bitllet de tornada al món de les comoditats. no ens podem sentir fatal per tenir el que tenim sino que hem de fer el possible perque altres també ho puguin tenir.

Anònim ha dit...

Puedo pecar de frívolo cuando no suelo mostrar mis sentimientos hacia tal crueldad, pero creo que entre nuestras excesivas palabras y nuestros sentimientos de remordimiento existe una línea divisoria muy fina que roza la hipocresía pura y dura. ¿Estaríamos dispuestos a ceder todos nuestros lujos para aportar nuestro granito? Mejor me callo.

Sergi ha dit...

Es fácil hablar de hambre cuando no se tiene, de la misma forma que también nos llenamos la boca autoculpandonos de hipocresia y egoísmo. Prefiero contestar con estas palabras de Marguerite Yourcenar: "Exageráis la hipocresía de los hombres. La mayoría piensa demasiado poco para permitirse el lujo de poder pensar doble."
;)

Helena ha dit...

Buscaré el llibre.La veritat és que el món era,és i serà així. Mentre hi hagi rics hi haurà pobres als quals explotar,no cal anar massa lluny per veure-ho.Fàstic de capitalisme! M'encanta el blog,Sergi,felicitats.Petó :)

Anònim ha dit...

Considero que está bien reflexionar sobre las realidades del mundo porque, aunque no vayamos a dar nuestra vida por ayudar a los demás (yo confirmo que no quiero renunciar a las comodidades de este "primer" mundo), siempre hay cosas que podemos hacer para mejorar el mundo en vez de empeorarlo.
Diariamente tomamos decisiones que afectan a gente que vive al otro lado del planeta, afortunadamente existen entidades como las ONG's que pueden canalizar y sumar los pequeños gestos que cualquiera de nosotros puede hacer a título personal.
Por ejemplo, cuando voy al súper no me cuesta nada comprar café de comercio justo en vez de café de una multinacional. En el primer caso nos aseguran que los productores reciben un pago justo por su trabajo y que de este modo acceden a una vida digna. En el segundo caso seguimos alimentando el monstruo de la explotación.
Del mismo modo, este año he comprado varios regalos navideños fabricados mediante criterios de comercio justo en cooperativas de Vietnam e India. Si me resulta posible prefiero comprar un bolso a un artesano para intentar que se gane la vida con su trabajo que comprar un súperbolso de marca, como esa empresa de Turquía que fabrica para Louis Vuitton y Samsonite que, además de someter a sus empleados a unas condiciones laborables miserables, ha despedido a un montón de gente por querer sindicarse (http://www.setem.cat/not.php?arg=365).
Bajo la premisa de que para que unos vivan bien otros tienen que sufrir, la pobreza no se erradica porque no interesa a los que mandan. Yo prefiero pensar que sí sería posible un reparto de la riqueza, sólo haría falta que los pocos que más tienen (los ultramegamillonarios, los bancos, los gobiernos ...) se conformaran con una sola casa y un solo yate. Pero como sólo hay dinero para rescatar a los bancos especuladores (apenas unos cientos de miles de millones de euros), somos cada uno de nosotros individualmente los que podemos intentar averiguar qué cosas están a nuestro alcance para mejorar el tema.

Moltíssims petonets i bon cap d’any!

Sergi ha dit...

Gràcies per visitar aquest blog i per les teves paraules, Helena. Espero que t'agradi el llibre i que ens seguim "veient" per aquí :)
Hollín, creo que tu postura es la que más se adecúa a lo que entiendo como sentido común, pero ni así a veces consigo cumplir con ello. Dudo que podamos cambiar algo tan gordo como el hambre en el mundo desde aquí, de todas formas, te recomiendo el libro de Hamsun, que retrata esta lacra dentro de una sociedad acomodada.

PAYMON ha dit...

Totalmente de acuerdo con Hollín!!!
A mí la verdadera hipocresía (y una falacia de proporciones bíblicas) me parece la afirmación de que "para que nosotros mantengamos nuestro nivel de vida" otros han de sufrir la pobreza y el hambre: eso es simple y llanamente MENTIRA, y el que se moleste en leer e investigar un poquito estará conmigo.No son necesearios grandes cambios en nuestras cómodas vidas para que se fuercen mejoras en las sociedades tercermundistas...vía ONG's, vía comercio justo, vía consumo responsable, vía uso de tu poder político...etc.

Sergi ha dit...

Está claro que la mejora en el tercer mundo no depende tanto de la inmensa mayoria, como de unos pocos...en nosotros están las pequeñas grandes acciones.