03 de març 2009

LA QUESTION HUMAINE

Aquesta pel·lícula de Nicolas Klotz em va deixar profundament impressionat. Transcriuré una ressenya que crec molt acurada:

"La cuestión humana, del director francés Nicolas Klotz (Paria, La Herida) tiene muchas semejanzas y contrastes con películas de la misma calaña como: Recursos humanos, del reciente ganador de la Palma de Oro en Cannes, Laurent Cantet, La corporación de Costa-Gavras o El método de Marcelo Piñeyro, pero no cabe la menor duda de que esta va mucho mas allá, con un desarrollo argumental tan impactante como perturbador.

El film estructurado en formato de thriller psicológico narra el punto de vista Simon Kessler, (Mathieu Amalric) un psicólogo contratado por la filial francesa de una multinacional petroquímica de origen alemán para liderar el departamento de recursos humanos .Su trabajo consistirá en afinar los criterios de selección de personal, reducir el personal ineficiente, y llevar hasta sus límites a los cargos ejecutivos para reconducir su energía hacia el centro del aparato productivo. Simon desarrolla siniestros juegos de rol y raves empresariales, en las que los jóvenes mandamás de la empresa, empujados hasta el agotamiento, son observados y evaluados según criterios de rendimiento. Este es el mundo, oscuro, impávido y alucinógeno que pone en escena Klotz, adentrándonos en un laberinto ambiguo, a través de pasillos impersonales, oficinas vidriadas, y noches electrónicas con cuerpos encorbatados. La inmersión es fuerte, y la trama desvía como un narcótico eficaz.
La realización, por momentos, evoca algunos pasajes del nazismo como una justificación de las conductas excluyentes actuales que pasan desapercibidas y son aceptadas de manera acrítica por la gente y que para el director tienen una relación de "causa y efecto". El modo en que Klotz compara los idiomas fríos, técnicos, de los informes nazis y los manuales laborales de las grandes corporaciones dejan al espectador sorprendentemente mudo.

La cuestión humana es una película sobre el lenguaje, sobre sus trampas, sobre el poder indirecto para ocultar las atrocidades cometidas por el totalitarismo capitalista. El film emana constantemente una atmósfera de conjuro y satanismo en una estética que inmortaliza al cine clásico alemán como un símbolo de un lenguaje visual propio de la estigmatización.

Sin duda la película de Klotz no es una historia factible de desentrañar, son casi 2 horas y 20 minutos de metraje de un mundo tan fuerte como afable, una trama tan intrépida como inquieta, tan inteligente en su construcción dramática como contradictoria en su forma. Una gran película que vale la pena ver." (Juan Pablo Russo. www.escribiendocine.com.ar)